Nuestro
aniversario es el 13 de enero, cerca de MLK day, así que tenemos el tiempo y la
obligación de celebrar con un paseo corto; y digo obligación porque es un crimen
desperdiciar un festivo en este país, sabiendo que para el siguiente harán
falta 4 meses y 2 semanas. Es así como decidimos ir a Charleston para celebrar
y siendo nuestra tercera visita teníamos decidido también que íbamos a hacer:
comer y caminar por ahí...
Empezamos
en king street, una calle llena de vitrinas espectaculares que nos ponen
inmediatamente en contexto, no es que tenga nada contra mi pueblito (Durham)
pero carece totalmente de sentido de la moda y a medida que paso los días,
meses y años en él, siento que me voy quedando en el pasado y cada vez que
viajo a un sitio con mas de tres vitrinas me doy cuenta que el tiempo ha
pasado, que tal vez es hora de buscarle un remplazo a mis viejos zapatos. Sin
embargo no vamos en plan de compras, caminamos por market street hacia la bahía
y luego por las casas viejas, gigantes, imponentes, elegantes; podría usar
muchos mas adjetivos para describir esas construcciones que dan testimonio de
la grandeza de otras épocas. Porque si bien es cierto que siguen siendo
magnificas, muchas de ellas muestran el paso del tiempo, en sus grietas,
desgastada pintura, los letreros de SE VENDE, o las ventanitas pequeñas casi a
los pies de una época en la que existía otro nivel que fue quedando enterrado
año tras año. Tan enterrado como los piratas que visitaban el pueblo o la
guerra civil que empezó aquí.
Siendo
uno de nuestros objetivos comer analizamos cuidadosamente el menú de muchos
restaurantes. El primer dia nos decidimos por comida de mar y puedo decir
contenta de mi gran hallazgo que es la primera vez que consigo un pescado con
espinas en este país, me comí un delicioso "whole crispy flounder" en Anson. Definitivamente recomiendo
este restaurante, aunque no es que sea de sorprenderse, pues este pueblo tiene
mas restaurantes que personas y cada uno compitiendo con el otro para ver cual
se lleva mejores premios y reconocimientos. Así que acá va otro recomendado:
"El Mercato" ,
como queríamos probarlo todo, nos encanto la opción de media porción, pedimos
risotto, 2 medios platos de pasta y coles de bruselas como entrada. No solo
estaba delicioso pero fue acompañado por jazz en vivo.
Para
pasar el dia fuimos a "Magnolia
Plantation", la verdad yo esperaba una visita de un par de horas pero
tuvimos para todo el dia solo visitando los jardines y el pantano. Lo
interesante de esta plantación es que tiene un nombre que no corresponde a lo
que realmente es, ya que desde la guerra civil y gracias a un hacendado con
visión, dejo de ser una plantación y se convirtió en un destino turístico de
jardines magníficos, y de esta manera logro superar los ciclos de la economía
que se llevaron para siempre a las familias prestigiosas del campo. Magnolia Plantation
ha pasado generación tras generación a los descendientes de la misma familia.
Para
terminar el paseo nos tomamos unas cervezas en "The Griffon",
un bar para locales, un sitio especial no solo por el tour de fantasmas sino
porque esta empapelado con billetes de un dólar que dejan los visitantes, al
comienzo me pareció una idea chévere, pero luego sentí un poco de tristeza por
esa plata perdida para siempre, billetes que no valen nada por el simple hecho
de que nadie los usara jamás.
Si alguna
vez paran en Charleston, les recomiendo parar en el Café "City
Lights", nada como un café pequeño atendido por el jefe y con aire de galería
para los artistas locales...